Con
Moschino y sus colecciones siempre hay un problema que por ende nos lleva a enfrentarnos cara a cara con
Jeremy Scott:
¿Son una broma o realmente pretende llegar a los armarios con semejantes propuestas?
Sus colecciones, especialmente las femeninas,
se han vuelto tremendamente populares pero por lo cómico y extravagante que resultan verlas sobre las
celebrities. Sus complementos vuelan en cuestión de días y es raro no ver algún
total look en presentaciones y eventos informales pero...
¿ocurre lo mismo con la colección masculina?
¿Cómo es la colección de Otoño-Invierno 2015? Pues totalmente fastuosa, ecléctica, rimbombante y alegórica. Lo tiene todo, sin dejarse nada en el tintero, y destila esencia Moschino en cada costura de los conjuntos. Para empezar,
se rompe por completo con los cánones del periodo invernal y la paleta cromática se vuelve totalmente loca: pasteles, celestes, colores eléctricos y flúor... todo vale en el universo Moschino.

El estilo en general
podría considerarse un apres-ski muy ostentoso en el que se mezcla el denim lavado con los
estampados de cebra y leopardo, el corte
oversized en todas y cada una de las prendas, el uso de pieles en acabados, complementos y prendas principales y un estampado floral-hawaiano que podría entrar en el periodo estival y sin embargo prefiere quedarse jugando con la nieve. Los acabado brillantes, lentejuelas y charol contrastan con la opacidad del
denim o los
total look en estampados de cebra y leopardo de las nieves.
Y todo ello regado con botas apres-ski llenas de pelo y de tallaje oversized ¿algo más?

Encontramos
looks en los que
los acolchados y los neoprenos son los claros protagonistas, en tonos secundarios brillantes y fluorescentes, que se combinan con camisas en seda o tejidos sintéticos que
apuestan por las transparencias y reciben su nota de color con "sencillos" estampados florales en tonos primarios.
Maxi gorros para para la nieve, gafas para esquiar, bufandas y gorros de lana para protegernos del frío, monos en color blanco de algodón... está claro que
Moschino nos prepara para la nieve y el frío sin dejar de lado su particular visión del mundo de la moda.

En definitiva,
una ruptura por completo de la moda con el mundo real y sus cánones establecidos, re-interpretando los códigos estéticos y las bases del Otoño-Invierno con conjuntos infantiles, llenos de vida y color y nada aptos para las mentes más tímidas y recatadas. Alguna que otra prenda podrá salvarse y llegar a los armarios pero
resulta complicado visualizar a alguien en los Alpes Suizos vestidos de Moschino de arriba a abajo... ¿o sí? Para gustos, los colores, y Moschino los usa todos.